Es originaría de una aldea de Yolombó, ubicada en Suárez, Cauca, una zona con alto conflicto derivado de la presencia de métodos de producción extractivistas desregulados, por lo que creció entre el despojo de tierras, bajos niveles de desarrollo y educación, así como un elevado porcentaje de violencia y desplazamiento, por la falta de trabajo.
Su madre era partera, su padre fue un obrero que trabajó en las minas; y su abuelo, Andrés Mina, fue un activista ambiental y consejero de su comunidad. Toda su familia y habitantes de su comunidad, fueron pilares importantes para formar sus creencias e intereses como lo son los derechos, las dificultades sociales y ambientales que enfrentaban.
Fue a la Universidad de Santiago de Cali, donde se recibió de abogada,dando un paso más cerca a trabajar en el cambio que tanto quería. Algunas de las actividades que realizó fueron su oposición al extractivismo indiscriminado, provocado por la entrega de títulos mineros a empresas; y además salió en defensa del medio ambiente y los derechos humanos afectados por esa industria.
Organizó «La Marcha de los Turbantes», una actividad que fue reconocida como «Mujeres Negras por el Cuidado de la Vida y los Territorios Ancestrales», en la cual recorrió 600 kilómetros para exigir una solución al problema de la minería ilegal. De igual modo, viajó a Cuba durante los diálogos de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos con los líderes de las FARC.
Ya en su cargo como viceministra, impulsó grandes iniciativas, como el movimiento “Soy porque somos”, el cual se basa en algunos valores como la amabilidad, la compasión y la interdependencia. Llegando a convertirse en un símbolo de las comunidades tradicionalmente marginadas.
Sin duda, Francia es un ejemplo a seguir por todo su trabajo y logros, con los cuales le han permitido ayudando a miles de personas que se encuentran en situaciones vulnerables.
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