A través de la obra de Graciela Itubide, es palpable y evidente la existencia de una realidad onírica y nada usual que siempre ha querido dar a conocer. Para ella, la fotografía es pura subjetividad. Es el resultado de lo que su alma ve.
Es considerada la mejor fotógrafa viva de América Latina.
Iturbide es la primera fotógrafa mexicana en recibir el Premio Internacional de la Fundación Hasselblad, que es similar al premio Nobel en ese ámbito, en Suecia, en 2008. Para ella, los premios son la posibilidad de seguir adquiriendo más cámaras, películas, para seguir “disparando”, pero sin ellos, también seguiría captando su entorno. Es lo que le nutre el corazón.
Ahora, a sus 78 años, recibió el Premio Mundial Sony, por su labor al retratar por tantas décadas a México, convirtiéndose en la décimo cuarta ganadora de esta distinción. Otros fotógrafos que fueron galardonados son: William Eggleston, Mary Ellen Mark, Martin Parr, Candida Höfer, Nadav Kander y Gerhard Steidl.
Tenía 11 años, cuando ella aprendió a mirar diferente. A Graciela Iturbide, su padre le dio una cámara tipo Brownie. Ahí comenzó a ser una lectora afanada a la revista Life. Apoyó al comunismo en México, a pesar del descontento de sus padres. De ese pasado, le queda el altruismo y los derechos humanos, a los que ahora se dedica.
Ella no ha sido una mujer convencional. Nunca se sintió cómoda con el rol de esposa y madre que se le impone a las mujeres, pero se entregó a la maternidad desde muy joven. A los 26 años, casada y siendo madre, inició su carrera de cinematografía en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), de la UNAM.
Se volvió ayudante del fotógrafo, Manuel Álvarez Bravo. Durante ese tiempo, ella afirma que se le desarrolló el tercer ojo. Afirma que aprendió a ver, le educó la mirada, pues, aunque suene raro, ella de técnica, no sabe. Es fotógrafa desde que era una niña, pero no se considera una conocedora. Sólo toma lo que le dicta el corazón.
En el 2014, el Instituto Nacional de Bellas Artes le dio la Medalla Bellas Artes y en 2015 recibió la máxima distinción de los Infinity Awards, por el International Center of Photograph (ICP) de Nueva York.
Además, es doctora Honoris Causa del Institute of Art de San Francisco. De igual forma, el Museum of Contemporary Photography le otorgó el Honorary Degree en fotografía.
Ella prefiere lo análogo. Ha amado toda su vida a su Laica de 35 mm y a la película. Prefiere salir a buscar qué captar. Para ella, el proceso de revelado, es todo un ritual. La preparación de líquidos en el cuarto oscuro es de sus cosas favoritas.
La cámara le permitió conocer México y otros países. Se considera viajera. Ama salir y abrir el corazón ante cada nuevo lugar, por eso, investiga de forma profunda cada lugar que visita. Eso le permite darle un sentido a cada foto que toma.
@ÉxitoFem
Fuentes consultadas
Colorado, Óscar (2012). “Graciela Iturbide: Señora de los símbolos”. Disponible en https://oscarenfotos.com/2012/04/07/graciela-iturbide-senora-de-los-simbolos/
Milenio (2021). “La fotógrafa Graciela Iturbide gana el Premio Mundial Sony por retratar la vida en México”. Disponible en: https://www.milenio.com/cultura/fotografa-mexicana-graciela-iturbide-gana-premio-mundial-sony
Rabasa, Diego (2017). “La mirada interior de Iturbide”. Disponible en https://pijaoeditores.com/cronicas/la-mirada-interior-de-iturbide
