En ocasiones los planes espontáneos suelen tener más éxito, ¿la razón de ello?, pueden ser varios factores, pero quizá uno de ellos sea que al no planificar demasiado, no se crean expectativas tan grandes, las cuales suelen venir acompañadas del temor al fracaso. Esto mismo le sucedió a Camila Malvido, Martina Schvarzstein y Sol Eskenazi, tres mujeres dedicadas a la cocina que, sin mucha idea, decidieron comenzar su propio emprendimiento, el cual ahora goza de bastante popularidad.
Camila y Martina conocieron a Sol durante la pandemia, luego de que ambas perdieran su trabajo en el restaurante El Tickets, debido a la misma; mientras Sol, quien había desarrollado su carrera tanto dentro como fuera de Argentina, disponía de un garage familiar pequeño. No se conocían personalmente, mas un día se presentó la oportunidad y, al encontrar afinidad entre ellas, decidieron abrir un negocio en la cochera de Sol. Así nació “La Garage”, cafetería/panadería cuyo objetivo es ofrecer deliciosos productos vegetarianos, así como veganos que la gente puede llevar a casa o disfrutar en el lugar.
En “La Garage” cada una de ellas ofrece su especialidad, Camila, los hojaldres; Sol, panes, masa filo que le enseñó a preparar su abuela; Martina, budín de plátano, focaccias, pero además ofrecen knishes rellenos de papa, croissants, entre otros. Decidieron que sus productos fueran veganos, porque ninguna es especial amante de la carne; asimismo, querían demostrar la variedad de sabores en condimentos, frutas y verduras. En cuanto a opciones de bebida, ofrecen café de filtro o turco, debido a que este último representa a Sol, ya que en su familia siempre lo han bebido, así que lo propuso.
La razón del nombre es que las creadoras son mujeres, pues en una entrevista Martina comentó, “tiene que ver con que somos nosotras. Mujeres. Con que feminizamos el garaje”. El trío logró que su cafetería creciera rápidamente, más allá de sus expectativas, en tan solo seis meses; tal fue su desarrollo que, al ver que las personas se sentían tan cómodas, tuvieron que poner mesitas y sillas en la calle. Sin dudar, los comensales las aprovecharon para disfrutar de un buen café, acompañado de un buen postre.
“La Garage” es una muestra de que a veces no necesitas planear hasta el último detalle de un proyecto, sino de atreverte a hacerlo. Camila, Martina y Sol demostraron que lo extraordinario no necesita ser extravagante, sino hacerse con cariño, esfuerzo y constancia. Así que atrévete a hacer aquello que deseas, no necesitas ser experta, puesto que también se aprende sobre la marcha y se mejora cada día.
FUENTES:
https://soloporgusto.com/la-panaderia-dejo-de-ser-cosa-de-hombres/