María Sabina: La Sabiduría de la Medicina con Hongos

No es un secreto que los rituales y la herbolaria siempre ha formado parte de nuestra cultura. Con la llegada de los españoles y el catolicismo se intentó erradicar esa parte de nuestra identidad, sin embargo, ha encontrado la forma de mantenerse viva, ejemplo de ello es María Sabina, chamana mazateca reconocida no solo nacional, sino internacionalmente, quien dejó un legado importante tanto en el ámbito médico como el chamánico. 

María Sabina Magdalena García nació en 1894, en la sierra de Oaxaca, en una pequeña población del municipio de Huautla de Jiménez. Provenía de una familia pobre, poco numerosa, pues estaba conformada por su madre, su hermana menor, sus abuelos maternos y ella, ya que su padre falleció cuando tenía tan solo 3 años de edad. Se sabe que de su lado paterno tenía parientes con conocimiento en sanación mediante el uso de los hongos, por lo que eran considerados chamanes. Asistió a su primer ritual de niña, experiencia que le ayudó a reconocer las setas, las cuales probó con su hermana, Ana María; así comenzó a experimentar con los hongos visionarios o “Los Niños Santos”, como llamaba a los hongos psylocibes. Tiempo después, al ingerirlos se le reveló que debía adorar a Dios, así como usarlos para sanar a otras personas. 

A los 14 años fue entregada en matrimonio, como era tradición en su pueblo, a Serapio Martínez, con quien tuvo tres hijos, mas este falleció al cabo de seis años. Volvió a casarse con  Marcial Carrera a los 30 años, con quien tuvo seis hijos, no obstante, este matrimonio fue difícil, porque Marcial la maltrataba. Fue en medio de ese tormento que enfermó su hermana, a la cual todos los curanderos habían desahuciado, pero María Sabina hizo un ritual para curarla, el cual resultó efectivo. Se corrió la voz de su don y, luego del fallecimiento de su segundo marido, se dedicó a la curación por completo.

Su habilidad llegó a oídos del micólogo estadounidense, Robert Gordon Wasson. En 1955 viajó hasta Huautla para conocerla y aprender más sobre las setas, principalmente sus diversos usos medicinales. Fue el primer extranjero que presenció un ritual con “Los Niños Santos”. Con la información que obtuvo escribió un artículo en la revista Life, el cual revolucionó la ciencia, así como a la sociedad. Wasson amplió sus conocimientos sobre el uso ritual de los hongos en las culturas vivas y ancestrales, lo que posibilitó la redacción de su libro, El hongo maravilloso: Teonanácatl Micolatría en Mesoamérica. Debido a la fama que ganó María Sabina, entre los 60’s y 70’s, durante el movimiento hippie, muchas personas, incluidas celebridades, la visitaron, como John Lennon, Bob Dylan y Jim Morrison, Albert Hoffman, Walt Disney, el escritor Aldous Huxley, etc., buscando una experiencia trascendental.

La bondad de María Sabina al compartir su conocimiento dejó una herencia importante para la ciencia.  No podemos olvidar que a María Sabina no se le dio suficiente voz, lo que se sabe de ella es por lo que se dice o lo que se tradujo de su idioma, sin embargo, siempre será una pieza clave para entender la ciencia de los hongos.

Falleció a los 91 años en la pobreza que siempre conoció, puesto que no cobraba por sus curaciones ni demostraciones, sino que recibía donaciones, como comida o poco dinero. 

Te compartimos algunos versos de sus cantos chamánicos:

Soy mujer que mira hacia adentro

Soy mujer luz del día

Soy mujer luna

Soy mujer estrella de la mañana

Soy mujer estrella dios

Soy la mujer reloj

Soy la mujer constelación

Soy la mujer constelación bastón

Porque podemos subir al cielo

Porque soy la mujer pura

Soy la mujer del bien

porque puedo entrar y salir del reino de la muerte.

FUENTES:

https://www.ffungi.org/blog/los-viajes-terrenales-de-maria-sabina