¡Una mujer exitosa no se hace de la noche a la mañana, se va formando con pequeñas acciones en su día a día!
El éxito nunca llega solo, si deseamos encontrarlo y hacerlo nuestro, debemos de trabajar, luchando todos los días por conseguir lo que queremos. Al abrir una puerta no estará ahí esperándonos, el camino al éxito es largo y muchas veces nuestras decisiones no serán las más acertadas, pero la que cae sabrá levantarse y sin tropiezos, esperando encontrar al final del camino, la meta deseada.
Debemos ir más allá de nuestros propios límites. Saliendo de nuestra zona de confort y expandiendo nuestros horizontes, conoceremos facetas de nosotras, que están escondidas en algún sitio. Buscando maneras para crecer y aprender, para ir construyendo una nueva y mejorada versión de nuestra persona.
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Terminar lo que comenzamos
Muchas veces, cuando iniciamos un nuevo proyecto, la emoción está al 100%, pero conforme las cosas van avanzando, y no del modo que deseamos, perdemos el interés y terminamos abandonando lo que un día parecía una buena idea. Las cosas sin terminar son fugas de energía, robando nuestra atención, y no nos permiten enfocarnos en lo que estamos haciendo. Debemos de aprender a cerrar ciclos, y la actitud positiva nos ayudará a cumplir con los objetivos que nos planteemos.
Si desconocemos a donde queremos llegar, ¿cómo sabremos que dirección tomar? Si nos conectamos con nosotras mismas, veremos cuáles son las cosas que en verdad nos interesan y deseamos lograr. Planteando objetivos que se basen en nuestros más profundos deseos, y tenerlos siempre en mente, para no perder el camino y saber la dirección que nos llevará al éxito.
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Planear
Acostumbrémonos a planear nuestro día a día, nuestras finanzas personales, nuestro tiempo y nuestras actividades. Al principio costará trabajo, pero si persistimos, nos acostumbraremos a mantener una vida ordenada. Cuando sabemos planear las cosas cotidianas, es más fácil planear el camino hacia las grandes aspiraciones.
Muchos de nuestros sueños mueren, porque no los materializamos. Dar el primer paso hacia la meta, luego el segundo y así, poco a poco, la realidad nos alcanzará. Cuando avancemos, busquemos como seguir avanzando, no es sencillo, pero no debemos quedarnos quietas en ningún momento, existen formas alternativas que nos ayudarán a llegar, pero nunca dejemos de enfocarnos en la meta.
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Tener persistencia
Obviamente, durante este viaje nos toparemos con obstáculos, eso es algo inevitable, pero no debe de importa, ya que las mismas barreras hace que la vida sea divertida, un viaje sin tropiezos no dejaría historias que contar. Los obstáculos estarán ahí para probarnos, nos harán crecer y nos convertirán en una persona digna de tener todo lo que tanto deseamos. No tengamos miedo a pedir ayuda, buscar alternativas no nos convierte en personas débiles, es más, nos vuelve más astutas.
No importa lo increíblemente capaces y extraordinarias que seamos, pero la realidad es que el tiempo, dinero, atención y energía son limitados; es más sencillo enfocarnos en una sola actividad, que tratar de hacer que 20 funcionen bien y al mismo tiempo. No nos distraigamos con cosas innecesarias, que de algún modo nos están alejando de la meta.
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Celebremos y descansemos
No somos máquinas, nuestro cuerpo y mente necesita recuperar energía para seguir dando el cien, además, no dejemos pasar los pequeños triunfos que alcancemos, todo es digno de celebración. No dudemos en incorporar tiempo de descanso en nuestra estrategia de éxito, esto nos ayudará a pensar más claro, al tener el cuerpo y la mente relajados. Sintámonos satisfechas con nosotras mismas, apreciemos lo que hemos hecho, lo que hemos aprendido y logrado.
¡El más importante de todos los consejos! Esta sencilla practica nos pondrá en un estado mental positivo. Es una manera de demostrar al universo, que estamos listas para recibir más. Acostumbrémonos a siempre apreciar lo que tenemos. Cuando nos enfocamos en algo, crecemos en cuerpo y mente; dejemos de quejarnos y comencemos a agradecer por lo que tenemos.
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