“La gordofobia es tener exámenes médicos que muestran que estás saludable y aún así, te digan que debes bajar de peso”, dice un tuit. Y sí, el hecho de tener algunos kilos de más parece ser una invitación a la sociedad para opinar sobre las decisiones ajenas.
Alejandra Osnaya, activista feminista y crítica de la gordofobia, afirma que esta problemática tiene raíces capitalistas. La exigencia médica de ser delgado implica la venta de soluciones para un problema que el sistema inventó. Es un mercado atractivo, así comienza a alimentarse la patologización de la gordura sin importar que siempre han existido personas con sobrepeso y que no necesariamente padecen enfermedades asociadas a tener kilos de más.
Gisella Aboumrad es una de las únicas actrices mexicanas con sobrepeso en la televisión latinoamericana. Y considera que es necesario que haya una verdadera inclusión de las personas gordas en todos los ámbitos, para romper con esa tendencia discriminatoria y hasta inquisitoria que la sociedad deposita en ellas.
Gisella tuvo cáncer a los 17 y tuvo que enfrentarse a un camino de pocas opciones para su curación: un tratamiento por el cual mantendría su fertilidad, pero la posibilidad de subir de peso se haría más latente. “Yo tomé la decisión consciente de tener la posibilidad de subir de peso y difícilmente poder bajar, pero algún día tener hijos”, narró la mexicana.
La activista Monserrat Pérez Campos señala que la gordura se ha convertido en una discusión reducida a lo estético y al sexo femenino. La gordofobia afecta de forma negativa las relaciones entre las mujeres, con el mundo y la comida.
“Como gorda en tobogán”, “Estoy hecha una marrana” son frases culturalmente acogidas en la sociedad y que dan cuenta de que el pensamiento de convertirse en gorda es aterrorizante y se convierte en odio, el cual crece debido a la fobia social y a la constante exposición de caricaturas de la gordura con implicaciones negativas en los medios de comunicación: “Siempre utilizan imágenes de mujeres o niños de cuerpos gordos para hablar de obesidad”.
La industria alimentaria mermó la relación saludable con la comida y no siempre es posible para toda la población alimentarse de forma balanceada. “Causa más indignación ver a una mujer gorda que a un hombre gordo, que el hecho de que estén explotando los recursos y los estén vendiendo, y estén produciendo alimentos que son una porquería”, explica Pérez Campos.
“El mundo no está listo para tener a una actriz gorda en sus producciones porque no es el aspiracional”. Y es que para la actriz ha sido difícil aceptarse y no juzgarse a sí misma. Ahora ha logrado interpretar el personaje de coprotagónico en una telenovela en horario estelar y asegura que para las actrices con sobrepeso sólo están disponibles papeles secundarios y el rechazo constante de productores.
Aunque Aboumrad tiene más de 20 años de carrera, reconoce que aún el camino hacia la eliminación de la gordofobia es largo, pues las mujeres deben cumplir con ciertos estándares de belleza para ser aceptadas en ámbitos sociales, políticos y económicos.
«Todos tenemos una misión en la vida y la mía particularmente creo que es hacer sentir poderosas a las niñas a las que nadie las hace sentir poderosas ni válidas. Si la gente ve que una mujer con sobrepeso y en una pantalla coprotagonizando una historia pueden decir: Si ella está ahí también puedo ser una profesional exitosa sin que mi peso me lo impida», concluye.
@ÉxitoFem
Fuentes consultadas
People en español (2021). “Gisella Aboumrad rompe estereotipos en la televisión hispana con
La suerte de Loli”. Disponible en: https://peopleenespanol.com/telenovelas/gisella-aboumrad-es-rox-en-la-suerte-de-loli/
Pie de Página (2020). “Gordofobia y obesidad: sobre la gordura mexicana”. Disponible en: https://piedepagina.mx/gordofobia-y-obesidad-sobre-la-gordura-mexicana/