La vida del día a día es tan ajetreada y rápida, que ya no nos permite hacer todo lo que quisiéramos o deberíamos; a veces perdemos más el tiempo en cosas insignificantes, por no tener una organización y un estilo de vida, es por ello que, adquirir nuevos hábitos nos permitirá tener una mejor administración de nuestro día, para poder trabajar, dándonos como resultado un día más productivo y ocupado.
Crear métodos de puesta en marcha
En la mañana se presenta uno de los más grandes obstáculos para cualquier persona que quiere hacer su trabajo más eficiente. Una forma de reducir la procrastinación del comienzo de la jornada laboral, es crear hábitos amigables a la puesta en marcha, esto se puede lograr con algunas sencillas actividades, por ejemplo, el hábito de desayunar, tardando un tiempo determinado en tomar el café, y cuando éste se acabe, es el momento de comenzar a trabajar
Mantener el espacio de trabajo limpio y ordenado
Ya sea que trabajemos en una oficina o en casa, lograr eficiencia en el trabajo es tan simple como limpiar el desorden del área de trabajo. Si esta zona se encuentra en desorden, puede entorpecer el nivel de productividad.
Organizar cada día
Creando una lista de pendientes o un check list, comenzando con los asuntos de mayor prioridad en el día, de modo que sea más fácil concluirlos, y colocando las tareas menos importantes al final de la lista. Además, establecer un calendario y plazos límites para los proyectos más importantes, siendo realista con respecto al tiempo que tomará cada tarea.
Eliminar las distracciones personales
Actualmente las redes sociales ocupan gran parte de nuestro tiempo, distrayéndonos de nuestras actividades, es por ello que es necesario establecer límites, así como con las llamadas y los mensajes de texto.
Establecer breaks laborales
Curiosamente, los recesos pueden incrementar, en lugar de entorpecer la eficiencia en el trabajo. Ya que por un lado, éstos proporcionan el descanso necesario. Sin este receso, una podría sentirse cansada, lo que hará que trabajemos más despacio o con menor productividad. Por otro lado, los recesos dan la oportunidad de manejar tus distracciones, utilizar tus recesos, para hacer todo lo que de otro modo distraería en el trabajo.
Automotivación
Es más fácil trabajar de manera eficiente, si tenemos una buena razón para hacerlo. Si en ocasiones tenemos dificultades para desempeñar nuestro trabajo, pensemos en lo que nos llevó a estar en él; cómo cumplir con nuestros objetivos en la vida, nuestros sueños, y cómo nos vemos en el futuro. Intentemos ver el trabajo como el medio para llegar a un fin; donde el «fin» es la visión ideal de la vida.
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