Rania Al Abdullah nació en Kuwait y tenía una vida normal hasta que en 1991 su familia escapó de la Guerra del Golfo y se mudó a Amán, Jordania. Un año después conoció al príncipe Abdalá II bin Al Hussein, con el que se casó en 1993.
Con la muerte del padre de Abdalá, el matrimonio ascendió al trono de Jordania el 9 de junio de 1999. Esta oportunidad única fue aprovechada por Rania para convertirse en un icono del feminismo en el mundo árabe.
«Toda mujer en algún momento de su carrera llega al momento de revelación en el que se dice a sí misma que si no fuera mujer, no la tratarían de esta manera, yo misma lo viví en distintos momentos, y no estoy diciendo que no hayamos logrado ningún avance, pero estamos muy lejos de donde deberíamos de estar».- Rania Al Abdullah.
La Reina de Jordania desde que tomó la corona ha abogado por la educación pública e igualitaria, los derechos de la mujer, la salud, el desarrollo sustentable, los derechos de la infancia y la protección a los migrantes.
De acuerdo con su sitio web oficial, Rania cuenta con diez iniciativas distintas que buscan crear herramientas para que niñas, niños y mujeres puedan tener mayores oportunidades de crecer y hacer de Jordania un país mejor.
Sus labores la llevaron a obtener el Premio Humanitario Andrea Bocelli en 2016.
Hasta ahora ha participado activamente en reuniones internacionales sobre refugiados, educación y empoderamiento femenino, convirtiéndose en una figura prominente del mundo árabe al utilizar su puesto en favor de los derechos humanos y el acceso de la mujer en la toma de decisiones.
“No creo que las mujeres necesiten consejos en este momento, lo que necesitan es apoyo, y necesitan estar presentes en la sala, y en el proceso de toma de decisiones”.- Rania Al Abdullah.
Fuentes:
https://www.queenrania.jo/en/rania
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