Lady Di, princesa reconocida como ícono de estilo, admirada y amada por muchos, cuya faceta más importante y destacada fue su labor como embajadora de causas humanitarias, su energía y su preocupación por las personas en situaciones difíciles.
Algunas de las imágenes que más recordaremos de “La Princesa del Pueblo”, serán aquellas en las que aparece ayudando a algún necesitado.
Diana tomó la decisión de tener un papel significativo como Princesa de Gales, en lugar de pasar sus horas tranquila en el palacio. Llegó a involucrarse con diversas causas, entre ellas destacaron los pacientes con sida, los drogadictos, los ancianos, los leprosos y los niños con problemas de salud.
Pocos días antes de su lamentable fallecimiento, visitó Bosnia con la Red de Sobrevivientes de Campos Minados, en donde su participación influenció movimientos en contra del uso de las minas antipersonas.
Lady Di, siempre deseó que los príncipes Guillermo y Enrique llevaran una vida lo más normal posible, alejados del lujoso palacio. Algunas de las acciones que decidió tomar, fue deshacerse de la nana real, también eligió colegios para los príncipes, y en tanto le fuera posible, llevarlos ella misma.
Los estilos de nuestra amada princesa se fueron transformando con el tiempo, pero, sobre todo, con su personalidad. Tenía un carácter fuerte, pero a la vez inocente, y lograba expresarse bien en un estilo sofisticado, elegante, pero nunca exagerado.
La sencillez fue una de sus mejores armas, y nunca se dejó opacar por llamativos accesorios o ropa demasiado costosa.
Siempre de buen gusto, Lady Di fue modelo a seguir para las mujeres en los años noventa y no hay duda de que es, y se mantendrá, como la princesa más querida en toda la historia.
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