Los secretos de las mujeres felices y sanas

El estrés y las presiones de la vida cotidiana, no nos dejan espacio ni para respirar, es importante detenernos y pensar si lo que hacemos el día de hoy, nos llena de vida, o nos la está arrebatando; debemos de encontrar los momentos para darle paz a nuestro día, y así lograr el objetivo de encontrar la salud y, lo más importante: la felicidad. Estos secretos pueden ser de los más simples, pero al ponerlos en práctica, nuestra vida y la visión que tenemos de ella, cambiarán drásticamente.

Decidir ser feliz

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Ser feliz es una decisión, la felicidad no dependen de las cosas que nos pasan, sino más bien de la actitud con la cual nos enfrentamos a lo que nos ocurre. La felicidad para muchos es algo que se anhela, que se busca, sin tener en cuenta que, como decía John Lennon, “es justo lo que ocurre, mientras uno está haciendo otros planes”.

Pensar positivamente

La felicidad está, por supuesto, ligada a la sensación de ser feliz. Sin embargo, no podemos elegir todo lo que sentimos, ya que no podemos optar por tener un determinado temperamento, predisposición, o tendencias a sentir emociones definidas. Pero la felicidad es también una manera de ver las cosas y, por lo tanto, es el resultado de nuestros pensamientos: nosotras podemos elegir -de manera consciente- nuestra forma de pensar, y enfrentarnos a los hechos.

Comenzar los días relajada

Tomarnos cinco minutos de relax al despertar, pueden hacer la diferencia en nuestro estado de ánimo y energía, a lo largo del día. Tener una rutina de relajamiento por las mañanas, aunque implique levantarnos un poco más temprano, para desayunar con calma, estirarnos, leer, o simplemente disfrutar una buena taza de café, ayudarán a que nuestro día empiece bien, y todo lo demás irá fluyendo.

Comer saludable

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Los alimentos procesados llenan nuestro cuerpo de ingredientes, que sólo nos dejan más hambrientas e insatisfechas. Una dieta ‘básica’ que contenga frutas, vegetales, nueces y semillas, así como carne, pescado y huevo, es la mejor alternativa para controlar nuestro peso, y prevenir riesgos de enfermedades como la diabetes, o dolencias cardíacas. Optemos por alimentos naturales y disfrutemos de ellos, no permitamos que las prisas del día, nos quiten la satisfacción, al momento de comer.

Hidratación

El agua constituye dos tercios del peso de nuestro cuerpo, y desarrolla un sinfín de funciones en nuestro organismo, que incluyen: ser un solvente, un cargador de nutrientes, un regulador de la temperatura y un desintoxicante del cuerpo. Mantener la hidratación, puede tener una profunda influencia en los niveles de vitalidad y energía, incluyendo la agudeza mental. La próxima vez que la fatiga y el cansancio invadan nuestro cuerpo, en vez de correr por café o un refresco, optemos por agua.

Saborear las pequeñas alegrías

Prestar atención a los pequeños momentos de felicidad, que encontremos cada día, utilizando todos nuestros sentidos para apreciar esos regalos de la vida: las sonrisas, la brisa en nuestra cara, el olorcito a café y a tostadas, de la mañana.

Invertir en la salud y en el cuerpo

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No esperar a estar enfermas para prestar atención a la salud, chequeos y estudios ocasionales son importantes, para conocer nuestro estado de salud, visitar a los especialistas para saber cómo están las cosas, y qué se puede mejorar. Además, de vez en cuando, tampoco está mal darnos un lujo, como un masaje relajante o unas buenas clases de yoga.

Ejercitarse

La actividad física es un componente básico para alcanzar y mantener una salud adecuada. El ejercicio ayuda a mantener la masa muscular, y a fortalecer el cuerpo; esto tiene una particular relevancia, a medida que envejecemos, además de que el ejercicio es una excelente terapia anti estrés, liberamos endorfinas, que nos hacen estar felices, ayuda a combatir el insomnio y a tener una buena salud.

Descansar

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Si estamos cansadas, no hagamos esfuerzos innecesarios. Dormir no sólo mejora nuestra capacidad y energía metal y física, también reduce el riesgo de enfermedades crónicas, y mejora la longevidad, es recomendable dormir, al menos ocho horas diarias. Además, el descanso hace que nuestra piel se vea increíble, la regenera. Una estrategia simple, que asegura que descansemos lo suficiente, es ir a la cama más temprano. Aprendamos a tomar distancias y a recargar energías, relajarnos y desconectarnos de todo, para evitar problemas de salud y estrés.

Apreciar lo que tenemos

La vida moderna tiende a ser inmensamente aspiracional, y, como resultado, podremos vernos fácilmente persiguiendo una eterna lista de cosas que debemos ser y hacer, para ser felices. Muchas de nosotras gastamos más tiempo enfocándonos en lo que no tenemos, en vez de lo que hacemos. Cambiemos esa actitud. Podemos mejorar nuestro ánimo, desde dar gracias en la mañana, por todas las cosa grandiosas en nuestras vidas. Sacando lo bueno de las pequeñas cosas, y caminando pequeños pasos, hacia nuestro destino soñado.

@ExitoFem

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