Para muchas de nosotras, puede resultar bastante estresante el hecho de hablar frente a un público, ya sea en una junta de negocios o exponiendo algún proyecto. Hablar en público es una fobia bastante común, denominada glosofobia; este miedo puede ir, desde un ligero nerviosismo, a una experiencia paralizante y de pánico.
Chris Anderson, presidente de TED, conoce la importancia de los discursos, es por ello que escribió el libro “Charlas TED. Guía oficial de TED para hablar en público”, donde relata su experiencia y enlista aspectos importantes para lograr una ponencia o charla perfecta.
Anderson nos expone diez claves que nos ayudará a sentirnos seguras, y con los cuales lograremos dominar y encantar a nuestro auditorio, saliendo victoriosas de la lucha:
- Apertura. Empezar fuerte para captar la atención del público. Con ciertas dosis de drama, como las novelas lo hacen para engancharnos; con un dato que despierte curiosidad; con una imagen o un video cautivador.
- Conectar. Para empezar, es necesario establecer contacto visual desde el primer momento, mejor si es con entusiasmo, transmitiéndolo con una mirada a nuestros oyentes. No dejemos de ser nosotras mismas, no esta mal mostrar vulnerabilidad y empatía, y los más importante: nunca perdamos la autenticidad, durante la ponencia.
- Narrar. Buscar una historia, un personaje que simpatice con el público, un relato que cause tensión o que cree curiosidad, y que al final termine con una revelación que haga reflexionar y mantenga la atención de la gente.
- Explicar los conceptos difíciles. Para hacer más llevaderas las explicaciones, se puede recurrir al uso de metáforas o ejemplos, los cuales harán que el público nos entienda mejor y pueda retenerlos en su memoria.
- Persuadir. En ocasiones, tendremos que derribar ideas previas o preconcebidas entre el público, para hacer prevalecer las nuestras. ¿Cómo conseguirlo? Predispongamos a nuestro auditorio, no tratemos de imponernos, sino de guiar a los oyentes hasta la conclusión deseada: hagamos que nuestras ideas sean plausibles. La lógica, el humor, las anécdotas, ideas de terceros… serán algunos de nuestros aliados.
- Buscar una revelación. De donde viene nuestra inspiración, como logramos nuestras metas, todos los puntos que nos hicieron llegar a ese momento y que hicieron de nuestro trabajo un descubrimiento, es lo que nuestro público desea escuchar.
- Utilizar apoyos visuales. El propósito principal de los elementos visuales, no puede ser comunicar palabras; las fotografías, vídeos, animaciones, datos clave, nos ayudarán a ampliar la información o abarcar un punto sin demasiadas vueltas, pues como dice el refrán “Una imagen dice más que mil palabras”.
- Organización. Organicémonos con tiempo, planificar con cuidado la información que queremos presentar, incluyendo ayudas visuales o auditivas. Cuanto más organizadas estemos, menos nervios tendremos. Utilizando un esquema en una pequeña tarjeta, para mantener el orden de la exposición, es un buen tip, o si es posible, podemos escribir tarjetas de apoyo para no perder el hilo de la charla.
- Práctica. La práctica hace al maestro, por ello repasar nuestra presentación varias veces, nos ayudará a notar esos momentos con los cuales podemos tener un poco de problema, también es recomendable practicar al inicio, frente amigos o conocidos, para que nos den su opinión y así corregir los aspectos necesarios para hacer de nuestra exposición un éxito.
- Cierre. Para culminar, es importante no hacerlo bruscamente, ni darle tantas vueltas al asunto; una llamada a la acción puede ser una despedida excelente.
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